Unificar políticas de agua y energía, un imperativo para la supervivencia
Tulipanes reflejados en una gota de lluvia que cuelga del pétalo de otro tulipán.
En un planeta con crecientes demandas de agua y energía es imperativo
unificar las políticas nacionales que gestionan los dos recursos y
evitar su derroche, tal y como sucede ahora, lo que tendrá consecuencias
catastróficas, según recomienda un informe divulgado el pasado 11 de marzo por la ONU.
El
informe, titulado “Putting Water and Energy at the Heart of Sustainable
Development” (“Poniendo el agua y la energía en el centro del
desarrollo sostenible”), recoge las recomendaciones de expertos del
Instituto para el Agua, Medio Ambiente y Salud (INWEH), de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU).
El texto destaca a España tanto por sus problemas de consumo de agua dulce, como por las soluciones que plantea.
Según
los datos recogidos en el informe, no sólo el cambio climático reducirá
el agua dulce en España un 14 % para el 2030, sino que la demanda
energética del país requerirá un 25 % más agua que en la actualidad.
Los expertos también valoran que las islas Canarias en España son un modelo a seguir en términos de gestión de agua y energía.
Necesidad de integrar los procesos
“El
informe intenta aumentar el entendimiento de cómo energía y agua están
ligados, dependen el uno del otro, contribuyen al desarrollo social,
seguridad alimentaria e integridad medioambiental”, afirma Corinne Schuster-Wallace, una de las autoras del
estudio.
Parte
del cartel del informe “Poniendo el agua y la energía en el centro del desarrollo sostenible”, elaborado por el Instituto para el Agua, Medio Ambiente y Salud (INWEH).
“Las políticas y los procesos
necesitan integrarse. Ya no podemos permitir que los sectores trabajen
en silos aislados. Necesitamos reconocer estas interrelaciones y
utilizarlas porque hay economías de escala que se pueden aprovechar”,
añadió la investigadora del INWEH.
Alguno de los ejemplos expuestos fue el uso de aguas
residuales para generar electricidad y reducir de esta forma el coste
que supone actualmente el tratamiento de residuos. Otro ejemplo
citado en el informe es la “tensión” que existe entre la producción de
biocombustibles y la producción de alimentos.
Biocombustibles
Aunque
los biocombustibles pueden ser una importante fuente de energía
renovable, eliminar terrenos y agua para la producción de
alimentos, aumenta potencialmente los precios mundiales de los
alimentos”.
Una de las soluciones es el uso de terrenos agrícolas
marginales para la producción de biocombustibles, eliminando la
competición por recursos a la vez que proporciona ingresos en áreas que
son difíciles. Por otro lado, cabe destacar que es básico aumentar la eficiencia del uso tanto de agua como energía, dadas las
cifras actuales de consumo.
En la actualidad, el 15 % del
consumo de agua dulce mundial se destina a la producción de energía y
otro 70 % a la agricultura, a la vez que se necesitan grandes cantidades
de energía para extraer, limpiar y distribuir agua a hogares,
industrias y campos de cultivo.
Por ejemplo, para producir un litro de gasolina se necesitan entre 3 y 55 litros de agua, dependiendo de la fuente del petróleo. Para
producir en Estados Unidos un litro de etanol procedente de maíz, se
requieren 1.780 litros de agua, pero si procede de soja, la cifra
aumenta a 8.000 litros. Si se fija el objetivo en la producción de alimentos, se observa que para producir un kilo de carne se requiere el uso de 15.000 litros de agua.
Uno de los expertos sugirió que, de igual forma que hace más de un siglo, los municipios tenían unificados los servicios de generación y
distribución de agua y energía, que fueron separados tras un cambio legislativo, “tenemos que volver a integrarlos si queremos tener
suficiente agua y energía de forma simultánea”.
Depósito de la Central Hidroeólica de El Hierro
Las Canarias, el laboratorio
En
lo que ambos expertos también están de acuerdo es que las Islas
Canarias son un ejemplo a seguir en términos de gestión de
energía y agua.
“Las islas Canarias -señalaron- se están posicionando como el laboratorio del resto del mundo”. El
informe del INWEH subraya que este archipiélago español está
“desarrollando y probando nuevas tecnologías para los problemas de
energía y agua”.
“Cada isla -añade el informe- prueba y demuestra
un abanico de tecnologías innovadoras y políticas, como el mejor
almacenamiento de la energía sobrante de campos eólicos, recuperación
más eficiente en desalinización de alta capacidad para producir agua
para la irrigación”.