miércoles, 29 de octubre de 2008

La selección natural, una gran idea



ÓSCAR BARBERÁ - El País - 17/10/2008
No conozco conclusión menos feliz que la reflejada por Thomas Bell en su balance de 1858 como presidente de la Linnean Society de Londres: "El año que ha terminado no se ha distinguido en absoluto por mostrar alguno de esos sorprendentes descubrimientos que de vez en cuando revolucionan, por así decirlo, el departamento de ciencias del que salen". Bell, zoólogo y miembro de la Royal Society, no es recordado por sus magníficas monografías sobre tortugas y crustáceos, sino por esa declaración sobre el año en que se leyeron, en su presencia y bajo su presidencia, las comunicaciones de Darwin y Wallace que, conjuntamente, hicieron pública su idea de evolución por selección natural.

Qué gran idea, quizás la más grande que nunca se haya tenido. Y digo esto porque las grandes ideas suelen ser sencillas y la de la selección natural es de una simpleza seductora. E insisto: las grandes ideas muestran también un gran poder explicativo y la selección natural, asumiendo poquísimo, explica muchísimo: toda la vida y sus consecuencias, y cualquier cosa que muestre poco más que una complejidad mínima.

La selección natural fue bastante más que uno de esos inesperados descubrimientos que revolucionan el departamento científico al que pertenecen; la selección natural revolucionó el universo entero y los ecos de esa revolución siguen resonando con fuerza renovada siglo y medio después. Y más que resonarán a lo largo de 2009 al cumplirse 200 años del nacimiento de Darwin y 150 de la publicación de El origen de las especies, motivo por el cual la Universitat de València, a través de la Càtedra de Divulgació de la Ciència, ha preparado un amplio programa de actividades.

La gran idea ha soportado ataques más diversos y furibundos que cualquier otra teoría científica y, además de resistirlos impávida, se ha fortalecido con ellos. Y en público. Un vistazo a los periódicos del mundo en este septiembre revela que, además de EL PAÍS, han publicado noticias relacionadas con la gran idea The New York Times, The Guardian, The Times, Le Monde, La Stampa, El Universal, El Mercurio, La Vanguardia, Abc, El Mundo... Cinco titulares bastan para saber de estas decenas de noticias: "La Iglesia de Inglaterra pide disculpas a Darwin", "La Iglesia Católica va a mantener un debate sobre Dios y evolución", "Sarah Palin y el creacionismo, otra vez", "El Tribunal Supremo turco prohíbe la página web oficial de Richard Dawkins a petición de un propagandista creacionista", "Crisis en la Royal Society por culpa del creacionismo". A la vista del noticiero, quizás se pueda concluir que lo poco que se necesita para que la gran idea muestre su utilidad tiene que ver con algún supuesto religioso.

Michael Reiss, protagonista de gran parte de esta actualidad, sirve de epítome: biólogo inglés, profesor de didáctica de las ciencias, al que una conferencia le ha costado su puesto de director de educación de la Royal Society. La falta: enriquecer, de forma soberbia y bisoña, la habitual mezcla explosiva de ciencia y religión al añadirle el ingrediente "educación de jóvenes", para detonarla a continuación, ingenua e inadvertidamente, con su propia condición de pastor anglicano. Dice haber sido malinterpretado; quizás tenga razón. Richard Dawkins, siempre atento, declara que tener a un sacerdote a cargo de la educación en la institución científica más prestigiosa de su país es un sketch de Monty Python; quizás también tenga razón. ¿Podemos esperar algún estreno de Tricicle cuando la formación de los médicos se ponga en manos de un arzobispo?

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lunes, 13 de octubre de 2008

Encontrar planetas extrasolares ya no es un descubrimiento destacable

Hans Deeg, astrónomo del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), forma parte del equipo que trabaja con el satélite CoRoT que recientemente halló un objeto celeste cuya masa es mayor que la de un planeta pero menor que la de una estrella.


Telescopio del Instituto de Astrofísica de Canarias.

EFE - Santa Cruz de Tenerife - 10/10/2008 10:45
Encontrar planetas extrasolares ya no es un descubrimiento destacable, pues el objetivo es hallar los que son diferentes de los ya conocidos, dijo en una entrevista Hans Deeg, astrónomo del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).

Hans Deeg forma parte del equipo que trabaja con el satélite CoRoT (siglas de convección, rotación y tránsitos) que recientemente ha encontrado un objeto celeste cuya masa es mayor que la de un planeta pero menor que la de una estrella, con lo que desafía la definición de planeta extrasolar.

Este cuerpo celeste orbita cada cuatro días terrestres alrededor de una estrella que es ligeramente mayor que el Sol y es dos veces más denso que el plomo. Con este descubrimiento la cuestión teórica de dónde terminan los planetas y donde comienzan las enanas marrones ha pasado de ser una discusión académica a un hallazgo real, explicó Hans Dee.

Las enanas marrones son objetos celestes
Las enanas marrones son objetos celestes cuya existencia se demostró de forma científica en 1995 y en la actualidad son considerados los más numerosos de la Vía Láctea.
Estos cuerpos celestes podrían ser un eslabón entre las estrellas más pequeñas y los planetas gigantes, pero su definición no está acotada y de manera habitual se definen como objetos con masa superior a diez o quince veces la de Júpiter, aunque en la definición también influye su formación, pues cuando proceden de nebulosas protoestelares parece más lógico denominarlas planetas extrasolares.

Hans Deeg indicó que con el hallazgo hecho por medio del satélite CoRoT se tiene por primera vez un objeto que supera el límite entre planeta y enana marrón.

Estructura interna
Del objeto celeste encontrado, que se llama CoRoT-Exo-3b, no se sabe en realidad su estructura interna, para clasificarlo como planeta, que no tiene reacciones nucleares en el interior, o como estrella, añadió el astrónomo.

En la búsqueda de nuevos planetas lo destacable sería encontrarlos muy grandes o muy pequeños o con órbitas raras.

Hans Deeg comentó que del Universo se saben muy pocas cosas y como ejemplo citó que la existencia de la materia oscura es de momento una teoría, aunque se sabe que en la Vía Láctea hay una gran masa de la que sólo se ve una pequeña porción, pero no se entiende la naturaleza de esta materia oscura.

En cuanto a los planetas extrasolares, señaló que el conocimiento es muy limitado y no se han encontrado los que sean parecidos a la Tierra.

Busqueda de Tierras
La búsqueda de planetas como la Tierra es uno de los objetivos del satélite CoRoT, que se lanzó a finales de diciembre de 2006 desde Kazajstan y se trata de un proyecto de la agencia espacial francesa CNES en el que participan la Agencia Espacial Europea y otros países.
Los científicos recibieron los datos preliminares del CoRoT en mayo de 2007 y son aptos para analizar desde diciembre de ese año, comentó el astrónomo del IAC.

Los científicos estudian otros cinco candidatos a planeta extrasolar
Con el material enviado por el satélite CoRoT los científicos estudian otros cinco candidatos a planeta extrasolar pero sólo tienen el quince por ciento de los datos de un proyecto que terminará en 2010.

Los datos que envía este satélite los analizan científicos de varios países y por medio de espectrómetros hacen verificaciones para decir si se trata de planetas o de cualquier otro objeto.
Hans Deeg recordó que la NASA enviará el año próximo una misión más grande, Kepler, que estará enfocada a encontrar planetas como la Tierra.

viernes, 3 de octubre de 2008

El 'Hubble' sufre un grave fallo y deja de enviar datos



ALICIA RIVERA - Madrid - 01/10/2008 - El País

Un equipo electrónico del telescopio espacial Hubble, esencial para la gestión de los instrumentos científicos y el envío a la Tierra de los datos de las cámaras y detectores, ha fallado después de que el observatorio lleve en órbita 18 años. La avería se produjo el sábado pasado. Los técnicos de control del Hubble están trabajando para activar la unidad de reserva del equipo estropeado. Es una labor complicada que exige reconfigurar varios sistemas, y la NASA espera que se logre la activación del llamado sistema B en pocos días. Los astrónomos, entonces, podrían reanudar sus observaciones. Pero la unidad que ha fallado es tan importante que los responsables del Hubble consideran imprescindible que haya otra de reserva en buen estado.

La avería, aunque preocupante, se ha producido en un buen momento, según la NASA, porque se están ultimando los preparativos para la quinta y última misión de servicio del Hubble, que siete astronautas realizarán en el transbordador Atlantis, y se puede incorporar la reparación de esta última avería en su plan de trabajo, aunque ya es muy apretado. Pero hay que retrasar la misión, prevista para partir el próximo 14 de octubre, hasta principios de 2009 (mediados de febrero es la fecha estimada).

Unidad de reserva
Los astronautas que realizarán los paseos espaciales en el Atlantis para arreglar el telescopio tienen que planificar y entrenar la nueva tarea. Aunque en tierra hay una unidad de reserva del equipo electrónico que ha fallado, llevará un tiempo a los ingenieros comprobar que funciona bien, dado que ha estado almacenada desde su fabricación, hace más de veinte años.

"No sabemos exactamente dónde se ha producido el fallo del Science Data Formatter [el equipo estropeado], y creo que no lo sabremos hasta que lo tengamos aquí, en tierra", declaró ayer Preston Burch, director del programa del Hubble en la NASA.

La unidad que ha fallado pesa 62 kilos y no debería ser muy difícil para la tripulación del Atlantis cambiarla durante uno de los cinco paseos espaciales de la misión. Tendrán que soltar un conector de cables y diez tornillos para liberar la caja de su soporte, cambiarla y volver a poner tornillos y conector. Puede llevar unas dos horas de trabajo a los astronautas.