España está por encima de la media de los países de la Unión Europea
en nuevos diagnósticos de VIH. Con 3.278 casos en 2013 y una tasa
(número de contagios por 100.000 habitantes) de 7, se sitúa en el puesto
número 10 entre los Estados con mayor prevalencia de una epidemia que,
según recuerda el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, en sus siglas en inglés) "continúa siendo un problema de salud pública de primera magnitud".
En su último informe de situación, hecho público hoy, el ECDC hace
balance de los últimos 10 años de la lucha contra la epidemia en el
continente. Y llega a la conclusión de que los programas de prevención y
diagnóstico temprano puestos en marcha en esta década no han dado los
frutos esperados. Casi la mitad (el 49%) de los nuevos diagnósticos en
la región de Europa de la OMS --incluye 52 países-- llegan tarde, es decir, la infección se detecta cuando el virus ya está dañando el sistema inmunológico.
Mientras en los países del Este de Europa y Asia Central aumentan año
tras año los nuevos diagnósticos en todas las vías de transmisión
--relaciones heterosexuales, usuarios de drogas, sexo sin protección
entre hombres...--, en el caso del Espacio Económico Europeo (los 28
países de la UE, más Islandia, Liechtenstein y Noruega) solo hay un
grupo que en la última década haya incrementado los casos de
infecciones: hombres que tienen sexo con hombres (HSH). Los contagios
han crecido un 33% desde 2004, destaca el informe.
Los problemas para atajar la epidemia en la UE son los mismos a los
que se enfrenta España, destaca Juan Berenguer, presidente de Gesida
(Grupo de Estudio de Sida): "Claramente los nuevos contagios se están
dando entre homosexuales, y no dejan de crecer. Se están produciendo
muchos casos entre jóvenes de 20 y 30 años, que ahora tienen la
percepción de que se trata de una enfermedad que no mata. Parece que la
información no está llegando a este grupo de personas, aunque también
hay que tener en cuenta que cambiar conductas es muy difícil".
Si uno de los problemas son los contagios entre hombres homosexuales, el otro es el diagnóstico tardío,
asegura este especialista. "Es malo para los individuos y para la
sociedad", explica sobre este último fenómeno. "Cuanto más tarde se
detecte la infección, más complicado es tratarla, más costosos son los
fármacos y menos probabilidad de éxito hay. Además, durante el tiempo en
el que no hay diagnóstico, la transmisión de la infección continúa",
explica. Si alguien desconoce que está infectado no toma las mismas
precauciones y puede estar contagiando a otros sin saberlo.
Berenguer reconoce que "España está por encima de la media europea",
pero prefiere fijarse en la evolución de los nuevos diagnósticos en los
últimos años. "Se ve una tendencia decreciente", destaca. "Antes de 2012
estábamos en una tasa por encima de 10, que se redujo ese año y ha
vuelto a caer en 2013", añade.
La publicación del informe de ECDC en colaboración con la OMS
coincide con los 10 años de la llamada Declaración de Dublín, que se
firmó en 2004 y sentó las bases de la cooperación para luchar contra el VIH/sida en Europa y Asia Central.
Las autoridades sanitarias reconocen la "falta de progreso" al poner
freno a la epidemia. Para toda la región europea de la OMS el incremento
de los nuevos diagnósticos en 2013 comparado con 2004 es del 80%. Por
su parte, en la UE, la tendencia se ha estabilizado, pero "no hay un
descenso claro", destaca una portavoz.