jueves, 26 de febrero de 2009

Menos calorías, y punto

Un trabajo de la Universidad de Harvard compara por primera vez los resultados de cuatro tipos de regímenes muy populares. La conclusión es que optar por reducir el consumo de grasas o de carbohidratos no influye en el resultado de la dieta a largo plazo


AINHOA IRIBERRI - MADRID - Público - 26/02/2009
A pocos asuntos les calza mejor el refrán "Cada maestrillo tiene su librillo" que al debate sobre qué dieta es la más eficaz para conseguir una pérdida eficaz y sostenida de peso. Aunque la obesidad se ha convertido en uno de los principales problemas de salud pública en el mundo desarrollado, la pregunta es cómo lograrlo. Un estudio publicado hoy en The New England Journal of Medicine concluye que, realmente, no importa. A la hora de perder peso, lo único que funciona es reducir calorías. El método que se siga para lograrlo es accesorio.

El trabajo es el primero que compara cuatro tipos distintos de dietas, incluyendo algunas de las más populares y que se han calificado como milagrosas, en un número importante de participantes (un total de 811) con sobrepeso u obesidad. Los investigadores aseguran también que, a partir del primer año de régimen es dificilísimo continuar perdiendo peso y los malos hábitos alimenticios tienden a volver, con independencia de la dieta que se siga.

En los regímenes que se suelen recomendar en la actualidad predominan dos tendencias: la de primar el consumo de carbohidratos sobre el de grasa, y la opuesta, cuyo ejemplo más conocido es la llamada dieta Atkins.

Cuatro grupos distintos

Los investigadores, dirigidos por el científico de la Universidad de Harvard Frank Sacks, dividieron a los participantes en cuatro grupos, a los que asignaron distintas dietas. El primero consumía un 20% de grasas, un 15% de proteínas (carne y huevos) y un 65% de carbohidratos (pan, pasta y arroz); el segundo, la misma grasa, un 25% de proteínas y un 55% de carbohidratos; el tercero cambiaba por completo la tendencia y debía ingerir un 40% de su dieta diaria en grasas, un 25% en proteínas y un 35% en carbohidratos y, el cuarto, el mismo porcentaje de grasa, un 25% de proteínas y un 35% de hidratos de carbono.

Al contrario que otros estudios, los autores no observaron (al menos, no como parámetro principal) la pérdida de peso a corto plazo cuando los participantes están más motivados sino que compararon el descenso en kilos experimentado dos años después de comenzar el régimen.


El 80% de los participantes completó el estudio y la media de pérdida de peso fue de cuatro kilos al finalizar. El primer año, la media había sido de seis kilos, por lo que la ganancia de peso tras un año de dieta fue común a todos los participantes, aunque en ningún caso demasiado elevada. Para el catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Las Palmas Lluis Serra, que destaca la excelencia del grupo investigador, el trabajo es muy interesante porque es uno de los primeros en comparar varios tipos de dieta y, además, desmitifica las dietas que restringen sólo un tipo de alimento.

Serra considera que "las dietas hiperproteícas suponen un negocio, por no decir un fraude" y que "al final, el peso se recupera". También deja claro que los hidratos de carbono "están injustamente valorados" y que es óptimo incluirlos en la dieta "sobre todo si no tienen azúcar añadido y están poco refinados".

Falta de datos

Aunque el experto valora muy positivamente el trabajo, cree que carece de ciertos datos, como el grado de cumplimiento (solo atestiguado por las propias declaraciones de los participantes) y la ingesta de fibra, "que influye en la saciedad". En los mismos términos se expresa el experto de la Universidad VU de Amsterdam Martijn Katan, autor del editorial que acompaña al estudio.

Katan resalta la parte menos positiva de éste, la que reseña que la pérdida de peso, al final, no es muy elevada y eso teniendo en cuenta que los participantes en un ensayo clínico de estas características suelen ser "educados, entusiastas y cuidadosamente seleccionados".

La endocrina del Hospital Clínic de Barcelona Lilliam Flores señala que lo más importante de este trabajo es que resalta la importancia de la restricción calórica y advierte que ésta no ha de ser la misma para todos los obesos. "Es muy importante la encuesta dietética que se ha de hacer a cualquier paciente con obesidad". Mediante una entrevista, se averigua cuáles son los puntos flacos del paciente y se decide la restricción calórica. "Con una reducción media de 500 calorías suele ser suficiente". Pero esta restricción no se mantiene eternamente, por lo que la experta concluye: "Cuando la pérdida se estabiliza hay que volver a calcular y reducir de nuevo".

lunes, 23 de febrero de 2009

Trabajo de Investigación del segundo trimestre

Los alumnos de Ciencias para el Mundo Contemporáneo tendrán que realizar, como trabajo de investigación correspondiente a la segunda evaluación, un estudio sobre alguna de las principales amenazas contra la salud, derivadas de nuestros hábitos y estilo de vida. Los temas (se sorteará en clase qué tema corresponde a cada grupo) son los siguientes:

-Enfermedades cardiacas: infarto, angina de pecho, arritmias, valvulopatías…
-Enfermedades vasculares: hipertensión, arterioesclerosis, trombosis…
-Trastornos alimentarios: anorexia, bulimia y obesidad
-Cáncer
-Drogadicciones legales: alcoholismo y tabaquismo
-Trastornos mentales: Estrés, depresión, ansiedad

El trabajo deberá realizarse en grupos de entre cuatro y cinco alumnos y tendrá que presentarse en formato Power Point o similar, con una extensión de entre 15 y 20 diapositivas.

En el mismo, deberán aparecer, como mínimo, los siguientes apartados:
· Portada
· Índice de contenidos
· Introducción
· Origen, evolución y factores de riesgo de los trastornos y enfermedades estudiadas
· Tratamientos preventivos y terapéuticos
· Conclusiones
· Bibliografía

Los trabajos serán expuestos en clase por sus autores, con un tiempo máximo de 15 minutos. La fecha límite de entrega es el 11 de marzo de 2009. Los trabajos en soporte informático deberán ir acompañados de una pequeña memoria por escrito (no más de un par de folios) en la que ha de recogerse cuál ha sido el proceso llevado a cabo por el grupo y cómo se ha dividido el trabajo entre los miembros del mismo. Esta memoria tendrán que firmarla todos los miembros del grupo.

Los criterios de evaluación serán:
– Capacidad de síntesis, de análisis y valoración crítica del trabajo y de la aportación personal.
– Estructuración del trabajo.
– Adecuación y variedad de fuentes y recursos, así como la adecuación del uso de las tecnologías de la información y de la comunicación en el desarrollo del trabajo, en la realización escrita y en la presentación oral.
– Riqueza y variedad de procedimientos utilizados en la búsqueda de información, en su tipología, así como la adecuación a los fines propuestos.
– Corrección de la expresión oral y escrita, incluyendo la utilización adecuada y variada de recursos gráficos o audiovisuales y la presentación de los materiales.

lunes, 16 de febrero de 2009

Las células madre emigran a la grasa para causar obesidad

El hallazgo, realizado por investigadores españoles, podría ser la base para futuros tratamientos contra el exceso de peso.



ANTONIO GONZÁLEZ - PUBLICO - Madrid - 13/02/2009
En caso de obesidad, las células madre adultas presentes en distintos órganos del cuerpo como el corazón o el pulmón, y también en los músculos, abandonan su puesto de trabajo y emprenden un viaje por el organismo hasta llegar al tejido adiposo, donde se convierten en adipocitos o células de la grasa, incrementando el problema del exceso de peso.
Este proceso, desconocido hasta ahora, ha sido descrito en ratones por un grupo de investigadores españoles de la empresa Projech, que mantienen la hipótesis de que las células madre adulta emigran a los tejidos donde se almacena la grasa porque interpretan que se ha producido una lesión, y tratan así de repararla.

Según explicó a Público el director del estudio, Carlos Rodríguez, el hallazgo se produjo por casualidad cuando una de las investigadoras, Beatriz G. Gálvez, estudiaba la capacidad de las células mesenquimales para regenerar los músculos. "Se dio cuenta de que los músculos de los ratones modificados genéticamente para ser obesos [mediante la eliminación del gen de la leptina] no tenían apenas células madre, al contrario de lo que ocurría con los normales", señala Rodríguez, que añade que se obtuvo el mismo resultado en otros tejidos. Después, según describen en el último número de la revista PLOS One, los científicos decidieron inyectar células madre adultas en dos grupos de ratones, unos normales y otros obesos, y comprobaron que sólo en estos últimos las células se dirigían al tejido adiposo, y además en apenas unas horas.

Asimismo, descubrieron que, una vez en el tejido graso, las células madre se convertían en adipocitos o células de la grasa. Para que la demostración fuera completa, hicieron la prueba contraria, e inyectaron tejido adiposo de ratones obesos en ratones inmunodeprimidos, lo que provocaba que las células madre de los músculos de éstos últimos emigraran hacia la grasa trasplantada.

Desarrollo de fármacos
Sin embargo, para los autores del estudio, que han bautizado este proceso de migración como adipotaxis, lo más importante es que parece estimulado por la existencia en el tejido adiposo de altos niveles del factor de necrosis tumoral alfa (TNF-alfa), una proteína implicada en el proceso de inflamación que estaría realizando un papel de "atracción química" sobre las células madre adultas de otras partes del cuerpo.

De hecho, según Rodríguez, los investigadores han conseguido neutralizar el proceso de adipotaxis inyectando a los ratones obesos anticuerpos que bloquean el efecto del TNF-alfa. "Nuestro objetivo es demostrar si existe este fenómeno en seres humanos y, acto seguido, ver si podemos limitarlo desarrollando algún fármaco", señala el principal responsable de la investigación.

Su empresa, situada en el Parque Científico de Madrid, ya ha patentado los posibles inhibidores de la adipotaxis como herramientas terapéuticas y ha empezado a trabajar para ver si este mecanismo existe en los seres humanos. En este sentido, los científicos ya han comprobado que en personas con obesidad mórbida el aislamiento de células madre adultas es menos efectivo que en personas sanas.


La lucha contra la epidemia del siglo XXI

Los datos

La obesidad, que técnicamente afecta a quienes tienen un índice de masa corporal superior a 30 (resultado de dividir el peso en kilos por la altura en metros al cuadrado) se ha convertido en toda una epidemia en el mundo desarrollado. En España, se estima que el 15% de los adultos sufren obesidad, pero lo más grave es que en torno al 16% de los escolares de educación primaria ya padecen esta enfermedad.

Prevención

La prevención de la obesidad es sencilla en la mayoría de los casos, basta con mantener una alimentación equilibrada y desterrar los comportamientos sedentarios.

Abordaje terapéutico

Los fármacos disponibles en el mercado para tratar esta patología utilizan distintos mecanismos de actuación. Así, mientras el orlistat reduce en un tercio la grasa que es absorbida por el intestino, otros como la sibutramina y el rimonabant actúan en el cerebro incrementando la sensación de saciedad.

lunes, 9 de febrero de 2009

Razón de peso


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Pagan dos asientos en los aviones y los bancos no les dan hipotecas porque no se atreven a firmarles un seguro de vida. «Incluso un día me querían cobrar el doble por un masaje», cuenta Dona, una mujer que pesa 200 kilos, toma ocho pastillas al día y vive encerrada en su casa. Vicente en cambio, callejea en motocicleta por Plasencia. Allí tiene dos bares llamados «La pitarra del gordo». Dos de cada diez españoles son obesos. Estrella era «la gordita simpática» que ganaba 300 euros cada vez que se desnudaba en las fiestas, pero que se ha quedado en paro porque ahora pesa 180 kilos. Por su parte, Alejandro tuvo que perder 100 kilos para ganar «un premio». Se llama Alex y hoy, a sus 3 años, es la alegría de la casa. «Razón de peso» es un reportaje de David Moreno para Callejeros, de Cuatro.