domingo, 14 de marzo de 2010

Un hígado por 130.000 euros

Tras serle denegado en España, salvó su vida pagando por un trasplante en el hospital de Tianjin en China. Óscar Garay relata a EL PAÍS cómo funciona lo que las organizaciones sanitarias llaman 'turismo de trasplantes'. Como el suyo sólo hay dos casos más en España

BORJA ECHEVARRÍA - El País - Madrid - 14/03/2010
El 15 de septiembre, tras recibir la noticia, Óscar decidió beberse todos los gin-tonics de Bilbao. A lo grande, dispuesto a terminar con seis meses de sequía, juntó a sus amigos para anunciarles que, en el mejor de los casos, le quedaba un año de vida. Estamos en 2008. En el hospital de Basurto, la doctora que lleva su caso le acaba de comunicar que no cumple el protocolo para entrar en las listas de trasplantes de hígado. A partir de ahora ya sólo resta esperar y tratar de sufrir lo menos posible. Óscar se bebe Bilbao y, dando tumbos, cruza el parque de Doña Casilda hasta llegar a su casa. Al hígado ya le podían ir dando.

Aquel día fue su última concesión a la melancolía. No estaba dispuesto a rendirse por el simple hecho de que el sistema de salud no diera respuesta a su problema. "Un mes después de la realización de la segunda quimioembolización se realiza nueva resonancia magnética nuclear (RMN) en la que se objetiva progresión de la enfermedad tumoral. Ante este hecho se desestima tratamiento quirúrgico (trasplante hepático o resección); se informa al paciente de la situación. Diagnóstico: Hepatocarcinoma multicéntrico, tratamiento con quimioembolización arterial selectiva (dos veces) sin respuesta, progresión tumoral, cirrosis hepática VHC". Así concluye el informe del hospital de Basurto, perteneciente al Servicio Vasco de Salud. No hay espacio para la esperanza... al menos no en España.


Los rumores vuelan en Bilbao, y Óscar, que vive aquí desde que nació en 1957, ha escuchado hablar de un amigo de un amigo que viajó a China para trasplantarse un hígado. Un caso insólito. La Organización Nacional de Trasplantes sólo tiene registrados tres en España -además de cuatro de riñón: uno también en China y al menos otro en Pakistán- y hasta hoy se mantenían en el más absoluto de los secretos. El último es el de Óscar Garay. Dos meses después de que le confirmaran que no entraba en la lista de trasplantes aterrizaba en Pekín junto a su mujer, Teresa. El 11 de diciembre, previo pago de aproximadamente 130.000 euros, le operan en el hospital Número 1 de Tianjin (Tianjin First Center Hospital, en inglés). En total fueron 52 días. Él apenas tiene recuerdos de esas casi ocho semanas en China. Lo pasó mal, muy mal. Ella, también, "probablemente, peor", dice Óscar, pero a Teresa no se le olvida cada detalle del viaje. Turismo de trasplantes, lo llaman desde las organizaciones sanitarias. A ellos la experiencia les parece de todo menos turística.

Liderazgo insuficiente
El pasado año, 1.099 pacientes recibieron un trasplante hepático en España, pero otros 127 murieron mientras aguardaban en la lista. Y aunque este país es líder mundial en donación y trasplantes de órganos, con una tasa de 34,3 por millón de habitantes, los números demuestran que es insuficiente. En 2009, la cifra de donantes, la de trasplantes renales y la de pulmonares aumentó, pero la de hígados descendió ligeramente. La caída de donaciones procedentes de personas fallecidas en accidentes de tráfico no ha impedido que se bata un nuevo récord -4.028 en total-, aunque probablemente sí haya influido para conseguir menos hígados -de los 1.099, sólo 29 procedían de personas vivas-. A 31 de diciembre de 2009, 5.400 enfermos se encontraban en la lista de espera para recibir un órgano, 722, el hígado, según los datos publicados por la Organización Nacional de Trasplantes (ONT). Por supuesto, en cualquier estadística no hay mención ni a Óscar ni a las otras dos personas que viajaron a China buscando una alternativa.

Rafael Matesanz, director de la Organización Nacional de Trasplantes, asegura que son hechos muy recientes y que los tres receptores están vivos. Cuando recibe la llamada de este periódico ya conoce perfectamente cada caso, hasta los detalles más pequeños. Hace unos meses se pusieron en contacto con todos los equipos de trasplante de España para recabar información. Matesanz considera prácticamente imposible que haya algún caso más, pero sabe que a partir de ahora el riesgo de que se genere un efecto mimético está ahí. Consciente de que la impotencia puede llevar a un enfermo a tomar este camino, dice: "Hay que entender, aunque no se comparta, que una persona a la desesperada haga esto. Es un reflejo universal. Pero, al mismo tiempo, la ONT está muy volcada en luchar contra el turismo de trasplantes. Ni médica ni éticamente comparto esta práctica". Precisamente, los próximos 23, 24 y 25 de marzo, Madrid acoge una Conferencia de Alto Nivel sobre Trasplante de Órganos, con la colaboración de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Sociedad Internacional de Trasplantes. Entre los asuntos que se van a tratar figura el del comercio de órganos, y uno de los lemas elegidos es: "Por la autosuficiencia y contra el turismo de trasplantes". China, con todos los focos encima, aparece entre los 72 países invitados.

Órganos de ejecutados
Óscar comprende el debate, las aristas en las que se mueve. No lo rehúye, ni ignora todo lo que se cuenta sobre China. Los condenados a pena de muerte y el comercio de órganos están presentes en las conversaciones, igual que la altísima probabilidad de que su nuevo hígado venga de un ejecutado por el régimen de Pekín. El sistema de donaciones en China no está desarrollado y los órganos vitales, como es el hígado, proceden de cadáveres. "Los indicios apuntan claramente a condenados a pena de muerte. La OMS calcula que entre un 5% y un 10% de los trasplantes de riñón se hacen bajo comercialización, pero con China es muy difícil tener cifras", sostiene Matesanz. Países como Pakistán, India, Filipinas, Egipto, Rumania, Moldavia, Perú, Ecuador y Colombia facilitan órganos a enfermos de naciones ricas. España vive muy ajena a esta problemática, no así otros países europeos. "En Reino Unido y Alemania hay muchos más casos. Los británicos viajan a Pakistán y a la India, y los alemanes, al sureste asiático o al entorno de la antigua Unión Soviética", aclara Matesanz. El abogado de derechos humanos Carlos Iglesias, que en 2003 presentó en la Audiencia Nacional una querella por torturas y genocidio contra el ex presidente Jian Zeming y contra Luo Gan (coordinador de la oficina 610, creada para controlar al movimiento espiritual de inspiración budista Falun Gong), incide en la misma cuestión: "Por cultura, ellos no donan órganos. Y además, contrariamente a Taiwán y Hong Kong, tampoco ha existido política de concienciación para donantes. Tienen una cosecha de órganos que obtienen de miles de personas que pasan por sus campos de concentración". Sin embargo, por encima de datos más o menos fiables y de las múltiples evidencias, Óscar tiene una certeza: si no hubiera cogido aquel avión a mediados de noviembre de 2008 hoy estaría muerto; su mujer, viuda, y su madre, sin su único hijo. El día en el que le dieron la noticia en Basurto ella le acompañaba.
Rosi tiene 77 años, la energía de una mujer de 35 y, tirando de tópico, el carácter duro de las mujeres vascas. "Entramos en la consulta y le dijeron: 'Malos resultados, no se ha podido hacer nada'. La quimioembolización no había funcionado. Óscar preguntó que cuánto le quedaba de vida y la doctora le respondió que entre 6 y 12 meses. Él se quedó aparentemente tranquilo y dijo: 'Bueno, pensaré que me ha tocado la Loto. Todos tenemos que pasar por esto'. Y a partir de aquel día yo me empecé a poner mala". Al salir del hospital se marcharon a comer juntos, antes de que Óscar rompiera su abstemia de los últimos meses -"de eso me he enterado ahora, pero ya no volvió a beber después", recuerda con humor-. Pasado el shock de las primeras horas empezaron a mover todos los hilos con el único objetivo de salvar a Óscar. A cualquier precio, en cualquier lugar del mundo. Acudieron a la Clínica Universitaria de Navarra, hablaron directamente con prestigiosos médicos españoles, en Barcelona, en otras ciudades. Y nada. "En este caso no cumplía los requisitos para un trasplante. El Servicio Vasco actuó correctamente. Se aplican los Criterios de Milán, establecidos internacionalmente para seleccionar pacientes con cirrosis y hepatocarcinoma. No hay duda sobre esto. Cuando no se cumple, el enfoque terapéutico es otro. Lo más importante para hacer un trasplante es que se pueda extirpar un tumor, que haya posibilidades de supervivencia. Estamos en la obligación de seleccionar bien a quién se dedica un órgano. Cuando se adopta la decisión de incluir a alguien en la lista de espera debe tener una posibilidad de supervivencia adecuada. La media de un trasplantado de hígado en España es superior a 14 años y algunos han llegado ya hasta los 25", detalla Matesanz.

Mientras Óscar estuvo en China, Rosi hablaba con él y con su nuera dos veces al día a través de Skype. "Nunca decía que se encontraba mal, ni aquí ni allí. No me enteré de muchas cosas de las que estaban ocurriendo en Tianjin. Si por mí fuera, no le habría dejado volver en las condiciones en las que llegó a España. Pero hubo momentos en que creí que a mi hijo no le veía más", recuerda. Treinta personas fueron a despedirle en Bilbao cuando el 21 de noviembre de 2008 viajó hacia Pekín, y bastantes más le recibieron a su regreso, el 12 de enero. Ella no fue a Sondika. Habían sido probablemente los dos peores meses de su vida y no estaba preparada para ver a Óscar bajar del avión con 20 kilos menos y en aquel estado. Fue ella quien pagó la operación. ¿Cómo iba a dudar entre 130.000 euros y la vida de su hijo? El dinero nunca fue el problema en este caso. Lo difícil fue llegar hasta allí.

Tianjin es una gran urbe china con casi 12 millones de habitantes y a sólo 137 kilómetros de la capital. En el tren rápido se llega en media hora. Diciembre es duro, con un clima frío y seco, a pesar de estar junto al mar, en el extremo norte del Gran Canal que conecta los ríos Yangtze y Amarillo. Es una ciudad con un fuerte desarrollo, empujado por la industria petroquímica, textil, el automóvil y la metalurgia, además de la planta de EADS que comenzó a funcionar en 2009. En el distrito de Nankai se encuentra el hospital Número 1 de Tianjin, uno de los más importantes de China para trasplantes de órganos y pionero en los de hígado.

"Te van sacando dinero por todos lados "
A principios de octubre, el intercambio permanente de correos electrónicos es ya un hecho. Los contactos a través de amigos españoles llevan a un médico del Ministerio de Salud chino, que es quien hace de intermediario con el doctor Shen Zhongyiang, presidente del hospital. El 17 de octubre, siempre en inglés, le solicitan a Óscar datos personales y clínicos "para llevar a cabo un trasplante de hígado", incluido el nombre del hospital español y los médicos que le habían atendido. Después de varios correos durante la segunda quincena de octubre, el 3 de noviembre llega la confirmación esperada. "Me alegro de comunicarles que nuestro presidente acepta que venga para la operación. Puede venir lo antes posible. El coste de la operación es de 115.000 dólares [la cantidad finalmente fue bastante mayor: "te van sacando dinero por todos lados", recuerda Teresa], lo que incluye el tratamiento preoperatorio, la operación, la asistencia médica posterior y el cuidado de las enfermeras, la medicación, la persona que se ocupa de las traducciones (habla inglés y chino y también se encarga de gestiones), la seguridad, la habitación en un hotel para un pariente y el transporte entre el aeropuerto y el hospital. Si la hospitalización excede de un mes deberá pagar 147 dólares por cada día. Si termina con sus trámites, por favor infórmeme de la hora de llegada para que organice que un coche le recoja en el aeropuerto de Pekín, y también para fijar la hora de la operación". En correos sucesivos se habla de la forma de pago, de los bancos a utilizar o de que un visado de turista será suficiente para entrar en el país.

La persona que lo planificó todo desde China escribe en un perfecto inglés. En una de sus últimas comunicaciones, el 16 de noviembre, explica que no debe transferirse dinero a la cuenta del hospital, sino a una cuenta personal de la que irá sacando fondos progresivamente. El 23 de noviembre Óscar llega a Tianjin, poco más de dos meses después de que en Basurto le rechazaran como candidato a trasplante. Junto a él, su mujer. Una semana antes de emprender viaje se han casado. Por lo que pueda pasar. Porque llevan 17 años juntos y quieren que todo el mundo sepa que ésa es su voluntad. Lo han hecho en Bilbao, únicamente con sus madres y una pareja de amigos. "Sé perfectamente que este tema puede levantar muchas suspicacias. Pero quiero que la gente sepa que fue una decisión muy meditada, nada frívola, y la tomamos plenamente conscientes del riesgo que suponía", nos escribe Teresa en un meditado correo.
Y sigue: "Pero cuando la persona que está en el filo decide luchar por vivir, los que le rodean sólo pueden estar ahí. Me gustaría que se trate el problema con respeto, igual que nosotros respetamos las decisiones de la ONT y sabiendo que el tiempo que le quedaba a Óscar era muy breve. Gracias al amor de una madre hacia su hijo y con el respaldo incondicional de nuestras familias y amigos, que nos apoyaron en su día y lo siguen haciendo día a día, pudimos hacer realidad la oportunidad que nos habían ofrecido. Su estancia en el hospital fue como la de cualquier paciente en España, pero rodeado de cientos de enfermos chinos y extranjeros, nunca apartados ni con tratos de favor. Más bien al contrario: fue duro, muy duro, por las barreras de idioma, culturales, la soledad y la lejanía de las personas en las que te apoyas diariamente. Y sin saber si iba a volver con él o sola con las maletas y la amargura. Pero afortunadamente volvimos. Salvamos las primeras suspicacias y ahora es atendido por un equipo médico que está ahí para lo que necesite. Sólo puedo dar las gracias a todos los que nos han ayudado; y a los que no comparten lo que hemos hecho, que al menos comprendan que no ha sido un camino de rosas. Aunque cada día se va pareciendo más...". Hemos hablado muchas horas, pero Teresa ha querido sentarse ante el ordenador y explicarse en soledad, sin el periodista que le pregunta por los hechos o le plantea debates morales.

Denuncias de Falun Gong

Unos días antes, en el Café Comercial de Madrid, Carlos Iglesias escucha por primera vez la historia de un español que viaja a China para que le trasplanten un hígado. Lleva muchos años investigando sobre el comercio de órganos, y como abogado de Falun Gong (un culto diabólico para el Gobierno chino) consiguió hace cuatro meses que el juez Ismael Moreno, de la Audiencia Nacional, cursara una comisión rogatoria a China con la intención de interrogar al ex presidente Jiang Zemin y a otros cuatro dirigentes del régimen. La querella, en relación con la muerte de seguidores de Falun Gong entre 1999 y 2002, fue presentada en 2003. Este movimiento cifra en más de medio millón el número de personas asesinadas, además de crímenes de extracción masiva de órganos internos para utilizarlos en trasplantes a occidentales. "En noviembre de 2006 vino a España David Kilgour , ex secretario de Estado canadiense y autor, junto con David Matas, de un informe sobre alegatos de extirpación de órganos a practicantes de Falun Gong en China. Se lo entregó a la Organización Nacional de Trasplantes y les pedimos a ellos y al Ministerio de Sanidad que dieran instrucciones y recomendaran no viajar allí. No sólo por la procedencia de los órganos, sino por la propia supervivencia del paciente. La ONT no da datos ni advierte en su página web de los riesgos a la gente que pretenda viajar", denuncia Iglesias. El informe concluye que "sus órganos vitales (de prisioneros de Falun Gong), incluyendo corazones, riñones, hígados y córneas, fueron prácticamente sustraídos simultáneamente de manera no voluntaria para venderlos a precios elevados, a veces a extranjeros, quienes normalmente tienen largas esperas para las donaciones voluntarias de tales órganos en sus países de origen". En el apartado de recomendaciones sostiene que "los Estados extranjeros deberían promulgar leyes extraterritoriales que penalicen la participación en una sustracción de órganos sin consentimiento". Además, como reclama Iglesias, "deberían advertir a los viajeros, avisando a su población de que los trasplantes de órganos en China provienen en su mayoría de presos que no dan su consentimiento, ya sean sentenciados a muerte o practicantes de Falun Gong".

La actual legislación española no prohíbe viajar a otro país y pagar por un órgano. Y sin embargo, en el Sistema Nacional de Salud "nadie puede donar ni recibir un trasplante con otras intenciones o medios que no sea la solidaridad altruista". "Con nosotros, desde otros países tratan de hacer turismo de trasplantes, pero no les dejamos. Nuestra postura es clara en contra de este fenómeno, y la ministra Trinidad Jiménez anunció hace unos meses que en la modificación del Código Penal se tipificaría, como una ley extraterritorial -será delito aunque se lleve a cabo fuera de España-, la compra de órganos", cuenta Rafael Matesanz. La reforma legal ya está en marcha.

Clientela multinacional

Por los altavoces del First Central Hospital llaman a Ma Zengshou. Es el nombre con el que han bautizado durante su estancia en Tianjin a Óscar Garay, 'Señor caballo con una larga vida'. Tiene 51 años y un día antes de la operación cumple 52. De momento suma. Lo celebra. La vida allí no es sencilla, aunque cuentan con una traductora, Cindy, que trata de facilitársela. El hospital dedica algunas de las plantas más altas a los pacientes que van a recibir un trasplante. De muerto a vivo, pero también de vivo a vivo. Durante el mes que pasó ingresado -entre el 10 de diciembre y el 12 de enero; las semanas anteriores sólo acudía a revisiones- no vio a más occidentales. Coreanos, egipcios, paquistaníes, saudíes, yemeníes o japoneses poblaban su planta y, sin duda, estaban mejor organizados que él. "Cada paciente egipcio, por ejemplo, siempre iba acompañado de un hombre y una mujer. Él se ocupaba del dinero, y ella, de la cocina", recuerda Óscar. Una de las cosas que no sabían es que tendrían que cocinarse ellos mismos. "Todo el hospital olía a platos árabes", cuenta Teresa. En una habitación de la planta, los clientes se preparaban la comida y el trasiego era constante. "Compramos un hornillo y sartenes. Hacíamos pollo frito, lentejas, pechugas. Iba por las mañanas al mercado y cocinaba en el hospital. La traductora nos hizo una lista para que también compráramos toallas, papel higiénico, esponjas o jabón. Nadie nos avisó. La limpieza era terrible, con esa mezcla de olores. La encargada de limpiar pasaba un kleenex por dos sitios y se marchaba", explica Óscar. "Los egipcios, en cambio, es como si fueran por agencias. Lo tenían todo perfectamente ordenado", continúa Teresa. Si alguien lo pasó muy mal en Tianjin fue ella. Cuidar a Óscar, moverse en otro idioma en el laberinto administrativo del hospital, bancos, problemas con los hoteles, llamadas a España, cocinar, la incógnita siempre presente de si volvería sola... "Para Teresa fue durísimo. Pasó muchas horas sola. Creo que no iría otra vez. Cogimos la bolsa y el avión sin saber nada", dice Óscar, mientras ella hace un gesto sencillo de traducir: volvería, seguro. "Aunque soy mujer, solía fumar con los egipcios. Nos hicimos amigos y aún hoy mantenemos el contacto a través de Facebook. Nos daban masajes y nos invitaban a comer. No sé qué habría hecho sin ellos", añade.
El tema del dinero fue un trajín. En Bilbao, sus amigos abrieron una cuenta dispuestos a sufragar lo que hiciera falta, aunque fue la madre de Óscar quien puso finalmente los 130.000 euros que costó el trasplante. Teresa, nada más llegar a China, abrió una cuenta en el Industrial and Commercial Bank of China (ICBC), de donde iba sacando cada día distintas cantidades en dólares que cambiaba en el hospital a yuanes. La clave estaba en el hombre del maletín, un tipo que vivía en los pasillos y que lo mismo vendía tarjetas de teléfono que tabaco. Era el conseguidor. Pero fundamentalmente era la persona que en función de la fluctuación del yuan respecto al dólar cambiaba el dinero para ir pagando en una ventanilla todos los costes -el hospital elegía con mucho tino qué días había que hacer ingresos-. Aproximadamente desembolsaron 45.000 euros hasta el 11 de diciembre, y el resto lo pagaron ese mismo día, antes de pasar a quirófano.

Uno de los momentos más truculentos se vivió esa mañana. "A las once y media me comunicaron que había llegado un hígado compatible. Me afeitaron el cuerpo. Y, de repente, con la cara descompuesta, entró la traductora en la habitación y dijo que el presidente del hospital pedía 10.000 dólares más o tendríamos que esperar, que había otro paciente al que también le podían trasplantar ese hígado. Teresa y yo nos miramos y dijimos que sí. No podíamos esperar más. Ella se marchó a toda prisa al hotel, cogió el dinero, buscó al conseguidor y cambió lo que faltaba. A las tres me operaron".

Catorce meses después, Óscar resiste. Su calidad de vida no es la mejor del mundo, y al menos en dos ocasiones ha pasado por situaciones críticas. Tras la intervención sufrió rechazo y una insuficiencia renal aguda. En las últimas semanas ha evolucionado favorablemente. No todos los que fueron a China pueden decir lo mismo. En marzo de 2006, un estadounidense, Eric de Leon, viajó a Shanghai para un trasplante de hígado. Pagó 110.000 dólares. En su país no cumplía los protocolos y a los 50 años le habían dado un año de vida. Un caso muy similar al de Óscar, salvo que Eric y su mujer, Lori, fueron contando y documentando gráficamente todo el proceso en tiempo real a través de un blog. Eric tenía dos hijos y quería verles crecer, explicó entonces al San Francisco Chronicle. Según los datos que manejaba el periódico californiano, alrededor de 17.000 estadounidenses necesitaban un trasplante de hígado en 2004 y sólo 6.100 lo consiguieron. Tasas mucho más bajas que las de España. El 17 de marzo, Lori escribe: "El doctor le dijo a Eric que era muy afortunado. Le habían puesto un hígado de 20 años. Joven y saludable. Hmmm... ¡Quizá por eso Eric se siente ya tan bien! Está aburrido de pensar. En parte porque no ha sido capaz de dormir mucho. Además está un poco paranoico. Piensa que las enfermeras están jodiéndole. Tony dice que la paranoia es normal y que es uno de los efectos secundarios de las medicinas antirrechazo. Creo que también tiene algo que ver con la barrera del idioma". La última entrada en el blog dice: "In loving memory of Eric G. De Leon. 20 de abril de 1955-22 de septiembre de 2008".

Presión internacional sobre China
Óscar no sabe nada de su donante. Volvió a España el 12 de enero de 2009 con un informe de dos páginas firmado por el doctor Cheng Pan. Ni rastro de su edad, sexo, procedencia o características del hígado. Nada de su anatomía patológica. Apenas 10 líneas sobre el tratamiento que debía seguir en Bilbao. Los primeros meses fueron un calvario. "Llegué hecho un cristo al hospital de Cruces. No sabían nada de que me había ido a China y estuve una semana aguantando porque no me daban cita. Me estaba muriendo. Primero me atendieron en casa, hasta que ingresé por urgencias. Tenía un pie en el otro barrio", recuerda. Pasó por varios fallos renales y se recuperó, pero una estenosis biliar le produce infecciones y le obliga a llevar de manera permanente una bolsa para recoger la bilis drenada. Muchas de las complicaciones en estos casos suelen derivarse de la misma cirugía. Que las autoridades sanitarias estén oficialmente en contra de que se pague por un órgano no implica que ahora no sea correctamente atendido, como un paciente más. "Cómo se ha portado el hospital de Cruces ha sido fantástico", asegura su madre. "El Servicio Vasco de Salud ha actuado correctamente. No se discute que haya que darle cobertura ni se puede cuestionar cómo ha obtenido el órgano a la hora de seguir el tratamiento", aclara Rafael Matesanz.

Óscar quiere seguir peleando. Su sueño es, ahora sí, entrar en las listas para otro trasplante de hígado. Esta vez en España. Los especialistas juzgarán si cumple los requisitos, pero para el máximo responsable nacional nada de lo que haya podido hacer Óscar juega en su contra: "Si necesita un trasplante, se plantearán los mismos criterios que la otra vez. Sin penalizaciones".

En los últimos tiempos, la presión internacional para acabar con la compra de órganos ha aumentado. Incluso el Gobierno chino ha dado pasos públicamente en esa dirección. Sin embargo, la realidad es que las puertas del país asiático parecen abiertas para quienes buscan una oportunidad. En agosto pasado, Pekín anunció que ponía en marcha un sistema de donaciones para reducir la dependencia de los órganos de presos ejecutados. Huang Jiefu, viceministro de Salud, reconocía esas prácticas, pero aseguraba que se hacían previo consentimiento. "Si vas a ser ejecutado, especialmente en un sistema tan poco transparente, no tienes opciones reales", respondía Human Rights Watch. Song Wenli, director del departamento de trasplantes de riñón del Tianjin First Center Hospital, aseguró esta semana, en una consulta telefónica desde Pekín destinada a un supuesto paciente extranjero, que en este hospital no se realizan actualmente trasplantes a extranjeros, informa José Reinoso. Preguntado si el año pasado se habían efectuado ese tipo de intervenciones, respondió: "Ahora no las hacemos. El Departamento Estatal de Sanidad ha ordenado que no las hagamos". Días después se hizo la misma llamada en nombre de EL PAÍS. Jiang Wentao, responsable del departamento de trasplantes de hígado, respondió a las mismas cuestiones. "No, ya no hacemos, es política estatal". ¿Desde cuándo? "No es oportuno decirlo. Deberías preguntar al director. Mi responsabilidad es el cuidado médico".

Muy distintas fueron las palabras cuando, desde España, nos comunicamos por correo electrónico con una de las personas que mediaron en la operación de Óscar. Esto es un resumen de la conversación: "Mi nombre es Antonia y vivo en España. Mi marido, Jaime, necesita un trasplante de hígado y estamos desesperados. No tenemos oportunidad en el servicio de salud español y sois nuestra última opción. Él quiere viajar a su país. ¿Qué tenemos que hacer? Los médicos nos han dicho que no vivirá más de un año y hay que moverse rápido. Gracias". Las respuestas a los mails siempre fueron muy rápidas. "Hola, Antonia. Le paso el caso al hospital y trataremos de ayudar a su marido. Necesitamos su informe médico para hacer el diagnóstico y preparar la posible operación. Espero respuesta". Antonia: "Me dijeron que la operación cuesta alrededor de 115.000 dólares. No somos una familia con mucho dinero y si vamos a viajar a China deberíamos ir hablando ya con los bancos. ¿Es éste el coste en 2010? ¿Cómo debemos pagar? Estamos muy preocupados porque el tiempo corre". Pocas horas después recibimos la contestación más concluyente: "Realmente antes costaba 125.000 dólares, pero según transcurre el tiempo el precio está subiendo ('is getting higher and higher' decía exactamente). El coste de 2010 aún no lo tenemos cerrado. Te informaré según tenga más noticias". A partir de ahí, los siguientes correos entran en la forma de pago y queda claro que debe entregarse todo el dinero antes de entrar en el quirófano. El hospital se queda a la espera de recibir el informe médico desde España. A los Jaimes, como en su día a Óscar y a los otros dos casos españoles, en algunos lugares de China les siguen dando la bienvenida.

22 comentarios:

Beatriz Riquelme García dijo...

Es muy díficil pensar lógica y moralmente en caso de transplantes. Cuando hay pocos órganos y muchas personas que los necesitan, aunque hayan normas que legislan estas operaciones , siempre hay "personas" que ponen en marcha redes de contrabando de órganos , y siempre o casi simpre pertenecientes a personas pobres o generalmente de paises tercermundistas.

El dinero lo mueve todo , si lo tienes y tienes algún problema siempre encontrarán la solución, aunque sea a corto plazo como le paso a Garay. Cuando a él le dicen que le quedan de seis meses a un año de vida, la familia no dudó en ponerse en contacto mediante redes infórmaticas con otros países donde le resolverían el problema.
El pensó que con los 130000€ su transplante quedaría solucionado ;
nunca se imaginó ni él ni su familia todos los problemas que derivarían de su decisión.

No me parece justo que se trafique con órganos y menos sin consentimiento del donante, pero mucho menos a escondidas y sin un mínimo de limpieza y condiciones higiénicas como las que tuvieron que pasar esta pareja , para terminar volviendo a España e ingresar inmediatamente en el hospital a punto de perder la vida.

En la actualidad , la asistencia sanitaria a mejorado hasta el punto de no negarle la ayuda a nadie, si bien en un primer lugar le denegaron el transplante hoy si está en lista de espera ya que el órgano transplantado en China cumple los requisitos.

En mi opinión, tenemos la obligación moral de denunciar este comercio y a los médicos que lo realizan abusando economicamente de los receptores.

+Beatriz Riquelme García 1BACB :)

Unknown dijo...

Tras leer este reportaje se ve como cualquier persona quiere conservar su vida al precio que sea . Óscar es uno más de las miles de personas que requieren un órgano, y el cual al verse en una situación de vida o muerte no tuvo otro remedio que irse a otro país a recibir lo que necesitaba.
Por otro lado la política china sobre la donación de órganos es muy rústica en comparación a la de los países desarrollados, algo que se debería investigar y penalizar si hubiera alguna irregularidad. Muchos de esos países, esto es, los tercermundistas comercian con órganos de personas condenadas a muerte o simplemente los adquieres de una forma macabra como es robándoselos a personas vivas, a las cuales extraen dichos órganos para venderlos al mejor postor.
En mi opinión, es razonable pensar que una persona aprecie tanto su vida que es capaz de viajar a otro país , donde le dan una opción para vivir-yo mismo lo haría-aun sabiendo la procedencia de dicho órgano , puesto que lo que la mayoría quiere es salvar su vida. Pero también se habría de pensar en la procedencia del órgano y cuál fue el perjudicado o la perjudica; siempre y cuando lo haya habido.
Por último hay que resaltar el apoyo recibido por Óscar por parte de su esposa , la cual lo ha ayudado en todo en aquel país ajeno , quien siempre guardaba en su pensamiento la posibilidad que había que volviera sola a España.

Juan José Berná Vicente dijo...

En primer lugar se debería destacar lo logrado de este articulo en el que se hace un seguimiento muy detallado del paciente, de sus familiares y da personas muy importantes como lo es Rafael Matesaz (director de ONT).

Es impresionante el viaje que debe dar una persona para consegir ampliar su vida unos cuantos años más de los que le han dado de vida. También el increible precio que tiene que pagar solo para la operación, de la cual no tiene la suguridad de que saldrá de quirofano vivo.

Tambien existen grandes lagunas encuanto a la procedencia del organo(si procede de un condenado a muerte por el regimen chino, su viene de la extraccion a una persona viva y aun peor si procede de alguna red de comercio de organos), porque como ya bien dice Matesanz, con china no se puede hablar de cifras.

Con esta publicacion sale a la luz dos importantes temas.

1º:El llamado turismo de transplantes.

2º:Que pese a ser el primer pais mundial encuanto a donacón de órganos siempre escasean, y por tanto mucha gente se muere esperando un organo en las largas listas de espera de los hospitales españoles.



Juan José Berná Vicente 1ºBAC"b"

Unknown dijo...

En China existe el mercado de órganos pero también en otros países como ha dicho mi compañera Jannine sobre todo en países pobres de oriente. Estos órganos que están en el turismo de trasplantes no tienen ningún control sanitario con lo que lleva consigo una gran consecuencia para la salud de la persona que lo utiliza.
Este mercado implica violencia secuestros para llevar a cabo la extracción de los órganos a cualquier persona.

Me parece bien que la sanidad española se haya portado así ya que cualquier persona mas necesitada que el podría haber necesitado ese órgano y si él no supo aprovecharlo la primera vez que se le dio esa oportunidad una segunda esta visto que no le van a dar.

Garay ha sufrido las consecuencias de echarse a perder una persona trasplantada debe de llevar unos cuidado y no tomar sustancias y mas alcohólicas si mas en este caso es un trasplante de hígado así que ahora ha de asumir las consecuencias de que España le haya denegado ese trasplante y además de que en cualquier momento su salud empeore por este trasplante realizado en esas condiciones.

Ángel Ceballos Ortiz dijo...

¡Excelentes comentarios! Bravo chicos.

Unknown dijo...

Cada día aumenta el número de campañas para evitar muertes de tráfico.Anteriormente se dijo que estas muertes estaban descendiendo y que progresivamente,el número de órganos a donar estaba disminuyendo.
Y es que trasladamos el problema de un lugar a otro.Con nuestro mejor amigo,siempre;el dinero.

Caso ejemplar el de Óscar.

En España cada vez las listas de espera aumentan,mientras que la donación de órganos disminuye.Entiendo la desesperación de Óscar.Hacer lo que sea e ir donde sea con tal de sobrevivir.En esta ocasión,no opino lo mismo que mis compañeros.Es verdad que Óscar consumía bebidas alcohólicas,pero por ello no pueden dejarte aislado,y mucho menos,dejarte morir.Es cierto que personas sanas merecerían el trasplante más que él,pero eso no significa que deba de ir buscándose la vida de la manera que lo tuvo que hacer.Es duro que te digan : "Te quedan aproximadamente entre 6 y 12 meses de vida ".Es un poco injusto tener que salir fuera de tu país para poder sobrevivir,y además,pagar cantidades excesivamente altas;pagar para sobrevivire.¡Y es que unos dólares de más,cuanto antes,te favorecen!

Creo que el objetivo de todo esto,de este comercio de órganos de alto nivel,tiene una ventaja y un inconveniente.La ventaja es simplemente el deseo de la persona enferma por seguir adelante,con su órgano correspondiente trasplantado.El inconveniente,en mi opinión,es el egoísmo que se le pone a este tipo de trasplantes.Se pagan cantidades altas sí,y además,los órganos no son donados voluntariamente,sino que son obtenidos injustamente en el derecho ético de las personas.

Para finalizar,he de decir que este tema,el de los trasplantes,puede funcionar muy bien,pero sin jugar con la vida de las personas por unos millones de más.Respecto al tema de Óscar,me parece una injusticia lo que realizaron,en gran parte porque no se puede negar algo tan importante como un trasplante a una persona,creo que antes de juzgar se debería conocer totalmente los casos en los que se niegue ese derecho.

Naila Mª Box Aguilar
Nº7,1ºBAT-B.

Unknown dijo...

Mi opinión se puede reflejar desde varios puntos.Tengo que indicar que luchar por algo tan preciado como es la vida, te hace buscar todos los métodos aplicables para poder conservarla; eso sería lo más normal; ahora bien,hay varias meneras de enfocar este tema:

En primer lugar indicar la po
ca fiabilidad sanitaria que los paises como China tienen en los temas de trasplantes,la pregunta sería: ¿de donde vienen en realidad esos órganos?, ¿cumplen todos los requisistos santitarios?,¿son órganos donados con libertad?. Ese es el verdadero problema; el mercado de órganos se extendiende sin control através de determinados paises, donde aprovechan las situaciones escalofriantes que muchas personas sufren y que terminan por desembocar en las manos de estas gentes con el fin de la esperanza de poder salvar la vida.

En cuanto a la negativa hacia Óscar Garay sobre el tema de su trasplante, es dificil aceptar un "no",pero si el sistema sanitario no llevará un control, se desbordaria todo.Para poder integrate en algo se debe cumplir siempre unos requisitos, y en este caso aunque resulte duro Óscar no los cumplia, destruyó su hígado con la bebida y sin remiramiento, cuando hay personas con enfermedades patológicas que ponen todos los medios para poder sanar,esas sí estan dentro del campo del transplante.

alberto juan segura dijo...

mi opinion es que la donacion de organos a descendido mucho estos años la causa... es que antes todos los organos donados era de victimas de accidentes que los donaban por que estaban en buenas condiciones... y ahora como a descendido mucho la donacion de organos por que a descendio el numero de accidentes... ahy menos organos que donar..españa es la primera potencia mundual donadora de organos en la union europea..

bueno el caso de oscar yo no lo veo muy bien que por que estubiera metido en el alchol y le destrozara el organo que le digan que a el no se lo pueden donar que no se lo merece no me parece una buena respuesta por el equipo donativo y que se tenga que buscar la vida fuera de su pais por que el esta despues de otros...y encima que le digan que le quedan "x" meses de vida..

para concluir e de decir que este mercado de organos puede ser muy util para personas k lo necesiten pero k el egoismo no se meta por enmedio..

jose alberto juan segura 1bacb

alberto juan segura dijo...

mi opinion es que la donacion de organos a descendido mucho estos años la causa... es que antes todos los organos donados era de victimas de accidentes que los donaban por que estaban en buenas condiciones... y ahora como a descendido mucho la donacion de organos por que a descendio el numero de accidentes... ahy menos organos que donar..españa es la primera potencia mundual donadora de organos en la union europea..

bueno el caso de oscar yo no lo veo muy bien que por que estubiera metido en el alchol y le destrozara el organo que le digan que a el no se lo pueden donar que no se lo merece no me parece una buena respuesta por el equipo donativo y que se tenga que buscar la vida fuera de su pais por que el esta despues de otros...y encima que le digan que le quedan "x" meses de vida..

para concluir e de decir que este mercado de organos puede ser muy util para personas k lo necesiten pero k el egoismo no se meta por enmedio..

jose alberto juan segura 1bacb

pepe dijo...

La historia de Oscar me ha llamado bastante la atención, porque muestra la desesperación de una persona cuando tiene un pie cruzando la línea de la muerte, pero lo que más me ha sorprendido es la inmensa cantidad de dinero que ha pagado este señor por recibir un riñón.
Lo que me gustaría destacar es la última palabra de la persona muerta, que es ella la que decide si quiere donar sus órganos o no, y que nadie tiene el derecho a arrebatarle esa decisión por mucho poder que posea.
Pienso que deberíamos hacer todo lo posible para poder frenar el comercio de órganos en el mundo y a las personas que lo realizan ya que esto es una injusticia que arrebaten la última palabra de una persona.

Proyecto empresario dijo...

Los problemas legales que surgen en este tipo de trasplantes son muy serios, pero yo pienso que como en el caso de Óscar que se está muriendo uno hace lo que sea por seguir con vida y esa era la única solución.
Lo que no entiendo es por qué está prohibido el turismo de órganos, es decir, hacerse un trasplante fuera de España y volver con el nuevo órgano, porque tú no tienes la culpa de que el órgano que tu quieres se lo hayan extraído a ejecutados, eso es problema del país de orgígen.
Este caso es muy conmovedor por cosas como que se casan antes de irse a China, la madre del enfermo le paga la operación (130.000€ del hígado)...
Alicia Box Flores 1ºBACB

Javier Gil Rocamora dijo...

Yo pienso que Óscar y Teresa hicieron bien al irse a China, a pesar del riesgo que corrían. Puesto que China era su última esperanza, que le permitía a Óscar alargar su vida, a pesar de lo que conlleva, ya que el turismo de órganos es una práctica ilegal en España.
Pero pienso que es más duro estar con la incertidumbre de si tu marido se va a morir o salvar en la operación o como en el caso de Rosi estando tan lejos sin saber si volverá a ver a su único hijo.
Yo entiendo que sea ilegal, ya que los órganos extraídos no son por donación altruista sino por condenados a muerte, aunque Óscar se recupera se tendrá que enfrentar al castigo que conlleva la práctica.

Carmen Maria dijo...

Pienso que Óscar no se merecía un transplante porque no cumplía los requisitos,y muchas personas que si los necesitan y los cumplen no les llega el transplante.
Por lo tanto veo justo que no se lo concedieran,y que él por sus propios medios tuviera que buscar un nuevo hígado,aunque eso supusiera un gran gasto económico.
Sobre el tema de conceder transplantes a unas personas u otras opino lo mismo que Beatriz,que no hay que ser objetivos, ya que no sólo hay que mirar la situación del paciente que necesita el transplante,sino también su calidad de vida,las personas cercanas a su entorno,etc.

Carmen María Berná Ferrández 1ºBAC B

Unknown dijo...

En mi opinión me parece increíble que en los tiempos que corren aún se siga comercializando con la venta de órganos, y lo que es más preocupante es que el donante en la mayoría de los casos el donante no puede elegir ya que la mayoría son presos que no puede decir que hacer con los órganos de su cuerpo.

En cuanto al caso de Óscar hay que decir que la mayoría de la gente que tuviera un problema parecido al de óscar hubieran intentado por todos los medios intentar conseguir uno como sea.

Lo que no me parce bien es que después de haberle sido trasplantado el órgano tenga que ir a los médicos españoles para curarse una cosa que procede de la intervención que se realizó fuera de España y que los médicos españoles no le trasplantaron el hígado por quen daba las condiciones que hay que tener venga a los hospitales españoles a que le curen una cosa que no es cosa suya y en perder el tiempo es él en vez de dedicársela a otros pacientes que llevan más tiempo en el hospital que él.

En cuanto a la reunión que se celebrara en Madrid creó que hay que cambiar las leyes y prohibir a todos los países que se trafique con órganos.

Manuel Francisco Ricarte Simón 1- Bacb

y prohibir

kateryn dijo...

Creo que desde siempre se ha intentado sacar beneficio a cualquier situación, ya sea en un país desarrollado o subdesarrollado.


Hay que tener en cuenta que en este país no se plantean cuestiones éticas y morales solo buscan su beneficio sin importar las consecuencias que estas conllevan, me parece que desde hace tiempo se tenia que poner en alerta esta situación y buscar una solución para acabar con esto, ya que aunque se estén salvando vidas también se esta yendo en contra de las voluntades de estas personas porque simplemente no se les preguntó lo que querían que fuese de sus cuerpos ellas cuando murieran, aprovecharse de los cuerpos de personas que murieron de tal forma es algo tan indignante que no se como se puede hacer, no se ponen a pensar en su familia ni en nada solo en sacar dinero a personas que quieren prolongar su vida .
Se aprovechan del sufrimiento y la desesperación en las que se encuentran estas personas ya que saben que son su única solución, en el caso de Óscar vieron que el dinero no era un problema por lo cual les sacaron todo el dinero que pudieron, pero ¿qué va a ser una persona en esa situación? Lo único que quiere es seguir viviendo ya que no quiere que su vida termine de esa manera y si su país no le proporciona un órgano va a buscarlo donde haga falta, las listas de espera son tan largas y con tanta espera que en su trayecto muchas personas mueren pero no hay otra solución ya que se siguen ciertos criterios en los cuales se les intenta proporcionar un órgano a una persona la cual lo necesita más que otra.


Es una aventura en la cual se tienen que plantear muchas cosas porque no sabes lo que te puedes encontrar en ese lugar, ni como va a ser el tratamiento y sobre todo la barrera del idioma ya que es algo muy importante porque si no lo entiendes no sabes como van las cosas si bien o mal, ese sufrimiento y encontrarte lejos de tu familia te provoca una soledad muy grande en la que tu único amigo eres tu mismo y nadie más.


Como bien indica el texto China sigue abriendo paso a pacientes como Óscar porque aunque se intente frenar es una fuente de dinero muy grande que llena de riqueza a personas sin moral.


Kateryn Núñez Criollo

1ºBacB

Sergio Serna Ferrández dijo...

El caso de Óscar realmente conmueve y muestra hasta qué punto los seres humanos podemos llegar por salvar nuestras vidas, algo tan preciado. Es cierto que ha sido él quién ha puesto en peligro su hígado pero no se debe olvidar que es una persona y también puede equivocarse.

Por otra parte, pensemos en todas aquellas personas que no son capaces de pagar tal suma de dinero por un órgano que se le es denegado en España. No todo el mundo dispone de estos medios y, por tanto, mueren. Sin embargo, las nuevas noticias de los gobiernos confirman que se está luchando por tratar de mejorar estos transplantes a vida o muerte y no llegar a estas situaciones tan extremas.

No olvidemos el tráfico de órganos en este artículo, un tema muy debatido. En países como China o Rusia este mercado genera mucha riqueza fácil pero detrás van asesinatos contra personas inocentes únicamente por sus órganos. Pienso que se debería tratar y dar más importancia a estos temas que nos parecen tan lejanos pero que pueden llegar a afectarnos.

Sergio Serna Ferrández
1ºBACB

alberto juan segura dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Yo opino que las listas de transplantes deben ser tal y como son y elegir a las personas con posibilidades de salir adelante con organos transplantados para poder asi casi asegurarse que todo va a salir bien y que esta persona va a salira adelante, ahora bien, también me parece justo que las personas que son aceptadas en dichas listas intenten buscarse alternativas para poder seguir viviendo como es el caso de Óscar Garay, el protagonista de este articulo.
Articulo del cual a parte de extraer mi opinión anterior también me e podido advertir que estos trasplantes se podría decir que no son muy cómodos y fáciles para el transplantado y sus familias, debido a que se producen en países como China, por lo que el paciente se encuentra alejado de sus seres queridos y amigos, de su cultura y con un leguanje distinto, también puede producir un cargo de conciencia en el receptor del órgano, ya que generalmente en estos países los órganos proceden de personas ejecutada y unos costes económicos que no son asequibles para todas la personas que no son admitidas en las listas de trasplantes.

Ariana Martínez Cámara
1ºBacB

Luis F. dijo...

En la actualidad en España y en el mundo en general hay muchas personas que necesitan de un trasplante de algún órgano pero que se ven privados de poder hacerlo debido a que hay muchas personas que se encuentran en lista de espera, las cuales tiene que cumplir con unos requisitos para poder ser seleccionado para el trasplante.
Pero ante la desesperación al no ser beneficiados algunas personas que tienen posibilidades económicas optan por comprar dicho órgano, sabiendo de antemano que esto no esta bien, pero ante la desesperación no les queda de otra.
Esta comercialización se da entre algunos países pobres quienes venden para el trasplante de órganos de enfermos en los países ricos.Por ello para evitar esto debemos concienciar a la gente para que haya más donaciones de esta manera se podrán salvar más vidas.

Sergio Jodar Serna dijo...

En mi opinión pienso que la donación de órganos se puede calificar como un aunténtico "acto de amor" eso si tenineso en cuenta que la persona que done sus órganos sea adecuadamente informada y en caso de fallecimiento los que tendran que decidir seran sus legítimos representantes,es decir,sus familiares.

Los órganos vitales solo se pueden extraer de un individuo que halla fallecido, esta es una de las cuestiones mas debatidas en la actualidad "la constatación de la muerte".

Con respecto al tema de la lista de espera de órganos quiero destacar que este criterio no debe ser discriminatorio,es decir,que no este basado en la edad,el sexo etc...

Mucha gente no esta enterada de lo importante que es donar sus órganos para poder dar la vida o prolongar la vida de otras personas.Donaciones de órganos importantes como hígados, corazones y pulmones pueden significar la diferencia entre la vida y la muerte para muchas personas que por diversas enfermedades tienen órganos que ya han perdido la posibilidad de seguir funcionando.

Como he dicho antes, en casos de que no sean órganos absolutamente necesarios para vivir,(riñones,etc..) no es necesario que el donante halla fallecido ya que puede vivir perfectamente y sin riesgos con un riñon pero en la mayoria de estos casos debe de haber una razón fuerte para que el donante tenga que hacerlo.

Unknown dijo...

Me parece mui penoso que pudiendo hacer transplantes ne España la gente se tenga que ir a otros paises como China simplemente porque aqui digan que no da el perfil que no pueden transplantarlo.
Y que tenga que irse a otro pais y pagar una barbaridad pero bueno asi es España i no va a cambiar porque en realidad nos interesamos mui poco por las cosas que pasan no les damos importancia hasta que te pasa y te tienes que ser tu el que se tenga que ir a China a que le transplante un hígado.
Y seguiran pasando cosas asi o peores porque aqui no se hace nada por cambiar.


ANA Mª BERNA MARTINEZ 1ºBAC B

Anónimo dijo...

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